Compleja sencillez, son los adjetivos que implícitamente se presentan al contemplar estas gigantes creaciones. Explicables tan solo con su única y propia geometría, algunos son entonces los cálculos matemáticos que aprecian en algunos casos su inmensurable dimensión.
Es tan solo envidia sana lo que se puede sentir al saber de Mandelbrot, Julia y todos aquellos que se fijaron en estos elementos y decidieron desarrollar lo complejo, para darse cuenta que la generación absoluta del todo residía en tan ínfimo origen, de tan humilde presencia que no podía ser tratada más que con ese preciso y especifico lenguaje matemático, como si de una pieza quebradiza de unidad exponencial se tratara.
Siendo la repetición, unión, agrupación y desarrollo de estas gigantes mínimas expresiones de su ser, las que consiguen conformar el todo catalogado, dando no origen, pero si resultado a toda esas inmensas expresiones que hoy dejan a la vista sin sensación de referencia, perdida, como tratando de escudriñar el origen de lo observado, de manera ingenua como si nuestro ojo desnudo fuese capaz de tan terrible complicada tarea.
Pero a su vez es tan natural que nuestro ser al presenciar tan asombrosa construcción intente escuchar ese lenguaje insonoro, como si de un código subliminar se tratase, que nos dice lo pequeño e insignificante que es ese elemento primigenio que lo conforma.
Compleja sencillez, tan compleja pero tan sencilla a la vez, como la vida misma.
1 comentario:
…somero y ligero, comentario a los fractales.
Compleja sencillez, son los adjetivos que implícitamente se presentan al contemplar estas gigantes creaciones. Explicables tan solo con su única y propia geometría, algunos son entonces los cálculos matemáticos que aprecian en algunos casos su inmensurable dimensión.
Es tan solo envidia sana lo que se puede sentir al saber de Mandelbrot, Julia y todos aquellos que se fijaron en estos elementos y decidieron desarrollar lo complejo, para darse cuenta que la generación absoluta del todo residía en tan ínfimo origen, de tan humilde presencia que no podía ser tratada más que con ese preciso y especifico lenguaje matemático, como si de una pieza quebradiza de unidad exponencial se tratara.
Siendo la repetición, unión, agrupación y desarrollo de estas gigantes mínimas expresiones de su ser, las que consiguen conformar el todo catalogado, dando no origen, pero si resultado a toda esas inmensas expresiones que hoy dejan a la vista sin sensación de referencia, perdida, como tratando de escudriñar el origen de lo observado, de manera ingenua como si nuestro ojo desnudo fuese capaz de tan terrible complicada tarea.
Pero a su vez es tan natural que nuestro ser al presenciar tan asombrosa construcción intente escuchar ese lenguaje insonoro, como si de un código subliminar se tratase, que nos dice lo pequeño e insignificante que es ese elemento primigenio que lo conforma.
Compleja sencillez, tan compleja pero tan sencilla a la vez, como la vida misma.
Publicar un comentario